El Barranco del Artesano en la colonia Artesanos, ubicado en el municipio de Tlaquepaque, ha sido escenario de tres días consecutivos de intensas labores de exhumación y búsqueda de restos óseos, luego del inquietante descubrimiento de un horno crematorio clandestino en la zona. En este tercer día de investigación, las autoridades continúan desplegando esfuerzos para arrojar luz sobre este oscuro episodio.
Resguardo policial y presencia forense, horno crematorio
Desde las primeras horas de la jornada, una patrulla de la policía municipal ha mantenido el acordonamiento del área, garantizando la seguridad de la escena. Antes del mediodía, unidades del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se sumaron a la operación, consolidando un equipo multidisciplinario que trabaja en este delicado caso.
Sin embargo, resulta inusual que la Fiscalía del Estado no haya asumido el control de la zona para llevar a cabo las diligencias correspondientes, dejando esta responsabilidad a la policía municipal y las autoridades forenses. La atención que se presta a un hallazgo tan delicado debería ser más integral y coordinada. Mientras las autoridades trabajan en la búsqueda y exhumación de restos humanos, la cámara de Milenio captó la presencia de dos vehículos de carga pesada que arribaron al barranco para depositar escombros en el lugar. Este hecho plantea interrogantes acerca de la transparencia de la investigación y la necesidad de mantener un control estricto sobre el área en cuestión.
Adicionalmente, personas no autorizadas fueron observadas ingresando al sitio con una aparente normalidad, lo que sugiere que la seguridad y vigilancia en la zona están lejos de ser suficientes para prevenir la intromisión de individuos no autorizados.
Un Llamado a la Intervención del Barranco
Este barranco no es un territorio desconocido para los grupos de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco. En julio del año pasado, el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco encontró cuerpos sin vida en este lugar durante una de sus jornadas de búsqueda. Desde entonces, han instado a las autoridades a intervenir en el sitio, limpiarlo, proporcionar alumbrado y garantizar la seguridad para evitar la perpetuación de actos ilícitos en la zona.
El Corazón Roto de una Madre
Norma, una madre que integra el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco, cree que los restos de su hijo podrían encontrarse entre los huesos descubiertos tanto en el interior como en los alrededores del horno crematorio en la Barranca del Artesano, en Tlaquepaque. Su hijo, Bryan Alejandro Padilla Faustino, desapareció el 27 de agosto de 2020 en la colonia Cerro del Cuatro, también en Tlaquepaque.
El hallazgo de los restos se realizó el domingo 15 de octubre, pero la respuesta de las autoridades fue tardía. El Ministerio Público no llegó hasta las 18:30 horas, y a pesar del número considerable de osamentas descubiertas, no se observó presencia policial para resguardar los indicios. Solo una cinta de contención delimitaba el acceso, pero la falta de vigilancia permitía que cualquiera pudiera franquearla.
El caso del Barranco del Artesano plantea interrogantes sobre la seguridad, la transparencia de la investigación y la necesidad de una intervención más decidida por parte de las autoridades para abordar esta delicada situación. La palabra clave que se repite en este artículo es “búsqueda”.
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