Ética y el Papa Francisco, en su mensaje anual para la Jornada Mundial de la Paz, ha hecho un llamado apasionado a la necesidad de un tratado internacional que regule el desarrollo y uso ético de la inteligencia artificial (IA). El líder de la Iglesia católica expresó su preocupación acerca de los riesgos asociados con una tecnología que, según él, carece de valores fundamentales como compasión, misericordia, moralidad y perdón.
Riesgos y desafíos de la inteligencia artificial con la ética
Francisco resaltó que vivimos en una era donde las tecnologías basadas en algoritmos pueden extraer datos de los rastros digitales dejados en internet, permitiendo el control de hábitos mentales y relacionales de las personas. Esta recopilación de datos, advirtió, a menudo ocurre sin el conocimiento de las personas, limitando su libertad de elección consciente.
El pontífice destacó que la investigación científica y las innovaciones tecnológicas son actividades intrínsecamente humanas, y sus direcciones reflejan decisiones condicionadas por los valores de cada época. En este contexto, el llamado del Papa para un tratado internacional cobra relevancia, ya que busca establecer principios éticos universales que guíen el desarrollo de la inteligencia artificial.
La promesa y desilusión de la inteligencia artificial
Francisco reconoció que la inteligencia artificial promete eficiencia en la producción, agilidad en el transporte y dinamismo en los mercados. Sin embargo, advirtió sobre la falta de confiabilidad en la generación de textos por parte de algunos dispositivos, lo cual puede alimentar campañas de desinformación y socavar la confianza en los medios de comunicación.
Además, señaló que la gran cantidad de datos analizados por las inteligencias artificiales no garantiza imparcialidad. Existe el riesgo de que los algoritmos distorsionen la información, reproduciendo injusticias y prejuicios presentes en los entornos donde se originan.
Impacto en el ámbito laboral y peligros en la ética
El Papa expresó su preocupación por el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral, donde trabajos antes exclusivos de la mano de obra humana son rápidamente absorbidos por aplicaciones industriales de IA. Además, abordó el peligro potencial en el sector del armamento, advirtiendo sobre la necesidad de una supervisión humana significativa y coherente de los sistemas de armas autónomos.
Francisco subrayó la importancia de evitar que armas sofisticadas caigan en manos equivocadas, ya que podrían facilitar ataques terroristas o acciones destinadas a desestabilizar instituciones legítimas de gobierno.
Hacia una inteligencia artificial al servicio de la paz
El líder religioso concluyó su mensaje expresando la esperanza de que la reflexión sobre los avances en la inteligencia artificial contribuya, en última instancia, a la causa de la fraternidad humana y la paz. Su llamado a la acción resuena en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, enfatizando la necesidad urgente de establecer parámetros éticos que guíen el desarrollo futuro de la inteligencia artificial.
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