El pasado lunes 24 de marzo de 2025, una espiral luminosa azul se desplegó en los cielos de Europa, dejando a miles de personas asombradas y generando todo tipo de especulaciones. Este fenómeno, visible en países como Francia, Suecia, Suiza y el Reino Unido, rápidamente capturó la atención de medios de comunicación y usuarios de redes sociales. Mientras algunos lo relacionaron con posibles avistamientos de OVNIs y teorías extraterrestres, expertos en astronomía proporcionaron una explicación científica para este intrigante evento.
La espiral fue el resultado del lanzamiento del cohete Falcon 9 de SpaceX, una misión que tuvo lugar el mismo día. La segunda etapa del cohete, al liberar combustible sobrante en la atmósfera terrestre, interactuó con las condiciones atmosféricas y el movimiento rotacional del cohete para formar la espiral visible desde la Tierra. Aunque este tipo de fenómeno no es completamente inusual en el ámbito espacial, su magnitud y visibilidad en esta ocasión lo hicieron particularmente impactante para quienes lo presenciaron.
El espectáculo celestial generó una ola de publicaciones en redes sociales, donde usuarios compartieron imágenes y videos del fenómeno mientras expresaban su asombro y curiosidad. Sin embargo, las explicaciones científicas ayudaron a desmitificar el evento, alejando las ideas de origen extraterrestre y destacando su conexión con la actividad espacial de SpaceX.
Más allá del impacto visual, este fenómeno es un recordatorio de cómo la exploración espacial y sus efectos pueden influir en la percepción pública del cielo nocturno. Mientras las misiones espaciales avanzan, la humanidad sigue encontrando inspiración y admiración en estos eventos, reafirmando la importancia de la investigación científica y su capacidad para desentrañar los misterios del universo. La espiral luminosa, en este caso, se suma a la lista de acontecimientos que unen la ciencia y el asombro humano.