Los futuros del crudo Brent y el West Texas Intermediate (WTI) experimentaron un fuerte descenso, cayendo más de un 5% en un solo día. Esta caída en los precios del petróleo se produjo en respuesta a la preocupante disminución en la demanda de gasolina en Estados Unidos y a las sombrías perspectivas macroeconómicas.
Impacto en los precios del petróleo
Los futuros del crudo Brent se desplomaron un 5.62%, llegando a 85.81 dólares por barril, mientras que el crudo WTI cayó un 5.61%, alcanzando los 84.22 dólares por barril. Esta brusca caída en los precios del petróleo ha llevado a una disminución de alrededor de 10 dólares desde el cierre de la semana pasada. Un factor clave detrás de esta caída en la demanda de petróleo crudo ha sido la disminución en la demanda de gasolina terminada para motores, que cayó a aproximadamente 8 millones de barriles por día (bpd). Esta cifra representa el nivel más bajo de demanda de gasolina desde principios de este año, según informó la Administración de Información de Energía (EIA) de Estados Unidos.
Factores que contribuyeron a la caída de la demanda
Parte de la disminución en la demanda de gasolina podría atribuirse a las fuertes lluvias que causaron inundaciones en Nueva York y a la tormenta postropical Ofelia, que afectó al noreste de Estados Unidos con lluvias intensas a finales de septiembre. Estos eventos climáticos extremos han afectado negativamente la movilidad y, por lo tanto, la demanda de combustible.
Perspectivas en el mercado petrolero
A pesar de los recortes voluntarios de suministro de crudo por parte de Arabia Saudita y Rusia, los precios del petróleo han seguido cayendo debido a la preocupación por la débil demanda. Sin embargo, tanto Arabia Saudita como Rusia han confirmado su compromiso de mantener estos recortes de producción.
En resumen, la caída en los precios del petróleo se ha producido debido a la debilidad en la demanda de gasolina en Estados Unidos y a las preocupaciones macroeconómicas. Aunque los recortes de producción continúan, el mercado petrolero sigue siendo volátil y sujeto a factores económicos y climáticos imprevistos.