Javier Duarte deberá esperar una semana más para conocer si podrá acceder al beneficio de libertad anticipada. La audiencia celebrada este martes en el Reclusorio Norte fue aplazada por decisión de la jueza Ángela Zamorano Herrera, quien consideró necesario otorgar más tiempo a la Fiscalía y a la defensa para presentar nuevos testigos y pruebas documentales.
El exgobernador de Veracruz, detenido desde abril de 2017, cumple una sentencia de nueve años por los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero. Según su defensa, Duarte ha cumplido más del 95% de su condena y ha demostrado buena conducta durante su reclusión, participando en actividades educativas y de reinserción social. Por ello, solicitó el beneficio de libertad anticipada, argumentando que cumple con los requisitos establecidos por la ley.
Durante la audiencia, que se extendió por varias horas y registró múltiples recesos, se presentaron cinco testigos a favor del exmandatario. La Fiscalía, por su parte, anunció que presentará seis testimonios adicionales para desacreditar la solicitud. La nueva fecha para la resolución fue fijada para el próximo 19 de noviembre.
Javier Duarte: entre la expectativa judicial y el debate público
La posible liberación de Javier Duarte ha generado reacciones encontradas entre ciudadanos, analistas y actores políticos. Mientras algunos consideran que el cumplimiento de la condena y la buena conducta justifican el beneficio, otros señalan que su caso representa uno de los episodios más emblemáticos de corrupción en México y que su salida anticipada podría enviar un mensaje equivocado sobre la justicia.
Expertos en derecho penal explican que la libertad anticipada no implica impunidad, sino que forma parte del sistema de reinserción social. Sin embargo, reconocen que en casos de alto perfil como este, el impacto social y político es inevitable.
La decisión final sobre Javier Duarte no solo marcará el cierre de un proceso judicial, sino que también pondrá a prueba la percepción ciudadana sobre la justicia en México. En medio de expectativas y controversias, Javier Duarte permanece en prisión, a la espera de una resolución que podría cambiar el rumbo de su historia.
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